La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje que afecta la capacidad de leer y escribir de manera precisa y fluida. Su origen es neurobiológico y se caracteriza por dificultades en el reconocimiento de palabras, decodificación y ortografía, derivadas de un déficit en el componente fonológico del lenguaje. Estas dificultades no se corresponden con la edad ni con las capacidades cognitivas del individuo, y suelen persistir a lo largo del tiempo.
Trabajar las dificultades de la dislexia en la lengua materna es esencial, ya que esta constituye la base sobre la cual se desarrollan otras habilidades lingüísticas y cognitivas. La intervención temprana y adecuada en la lengua materna puede mitigar los efectos negativos de la dislexia y facilitar el aprendizaje de segundas lenguas.
Importancia de la intervención en la lengua materna
La lengua materna es el primer sistema de comunicación que una persona adquiere y, por lo tanto, es fundamental para el desarrollo cognitivo y social. Las habilidades fonológicas, que incluyen la capacidad de reconocer y manipular los sonidos del habla, son esenciales para la lectura y la escritura. En individuos con dislexia, estas habilidades suelen estar comprometidas, lo que dificulta el aprendizaje de la lectoescritura.
Intervenir en la lengua materna permite abordar directamente las dificultades fonológicas y ortográficas específicas de esa lengua. Además, al ser la lengua en la que el individuo se siente más cómodo, facilita la implementación de estrategias de enseñanza y la generalización de las habilidades aprendidas a contextos cotidianos.
Evidencia científica de la intervención en la lengua materna
Diversos estudios han subrayado la importancia de la lengua materna en el tratamiento de la dislexia. Investigaciones recientes han demostrado que los métodos de intervención que se centran en las características fonológicas y morfológicas propias de la lengua materna tienen un impacto más positivo y duradero en los estudiantes con dislexia . Estos enfoques, que se centran en el fortalecimiento de las habilidades fonológicas y la conciencia ortográfica en el idioma de origen, permiten a los niños y jóvenes desarrollar estrategias más efectivas para superar las dificultades lectoras.
Beneficios de la intervención en la lengua materna
- Mejora de la conciencia fonológica: La intervención en la lengua materna facilita el desarrollo de la conciencia fonológica, una habilidad esencial para la lectura y la escritura. Al mejorar esta habilidad, los individuos con dislexia pueden reconocer y manipular los sonidos del habla de manera más efectiva, lo que facilita la decodificación de palabras y la comprensión lectora.
- Transferencia de habilidades: Las habilidades adquiridas en la lengua materna pueden transferirse a otras lenguas que el individuo aprenda posteriormente. Esto es especialmente relevante en contextos bilingües o multilingües, donde una sólida base en la lengua materna puede facilitar el aprendizaje de segundas lenguas.
- Incremento de la autoestima y la motivación: Trabajar en la lengua materna, en la que el individuo se siente más cómodo y competente, puede aumentar la autoestima y la motivación para el aprendizaje. Esto es crucial, ya que muchos individuos con dislexia experimentan frustración y desmotivación debido a sus dificultades de aprendizaje.
- Implicación de la familia y la comunidad: La intervención en la lengua materna facilita la participación de la familia y la comunidad en el proceso educativo. Los padres y otros miembros de la familia pueden apoyar más efectivamente el aprendizaje cuando se realiza en la lengua que todos comparten.
Estrategias de intervención en la lengua materna
Para abordar las dificultades de la dislexia en la lengua materna, se pueden implementar diversas estrategias:
- Entrenamiento en conciencia fonológica: Actividades que ayuden al individuo a reconocer y manipular los sonidos del habla, como segmentar palabras en sílabas o identificar rimas.
- Enseñanza multisensorial: Utilizar múltiples sentidos (vista, oído, tacto) para enseñar letras y sonidos, lo que puede facilitar el aprendizaje y la retención.
- Uso de tecnología educativa: Herramientas digitales, como aplicaciones y software educativos, pueden ofrecer prácticas interactivas y personalizadas para mejorar las habilidades de lectura y escritura.
- Adaptaciones curriculares: Modificar el currículo y las evaluaciones para satisfacer las necesidades individuales del estudiante, proporcionando más tiempo para completar las tareas o utilizando formatos de evaluación alternativos.
Conclusión
Abordar las dificultades de la dislexia en la lengua materna es fundamental para el desarrollo lingüístico y cognitivo del individuo. La intervención temprana y adecuada en la lengua materna no solo mejora las habilidades de lectura y escritura, sino que también tiene beneficios emocionales y sociales, al aumentar la autoestima y la motivación del individuo. Además, una sólida base en la lengua materna facilita el aprendizaje de segundas lenguas y otras habilidades académicas. Por lo tanto, es esencial que padres, educadores y profesionales de la salud trabajen juntos para implementar estrategias efectivas que aborden las necesidades específicas de los individuos con dislexia en su lengua materna.